En Japón también tienen el típico juego infantil en el que una persona se pone cara a la pared (o similar) y mientras recita una frase el resto de jugadores deben correr hacía él, pero pararse en cuanto termine la frase porque se dará la vuelta y eliminará a todo aquel que se esté moviendo.
Para comenzar el juego se designa un “oni” (鬼) o demonio, que es quien debe recitar la frase, y el resto de participantes forman una fila a cierta distancia de él. El “oni” hace comenzar el juego diciendo “hajime no ippo!” (はじめの一歩!, ¡primer paso!) y todos los de la fila dan un paso en cualquier dirección (aunque normalmente lo hacen hacia el “oni” ya que ese es el objetivo). El “oni” se pone de espaldas a la fila y dice “darumasan ga koronda” (だるまさんが転んだ, que significa algo así como “el daruma se cayó”) para que los demás participantes se acerquen a él. Si cuando el “oni”, al terminar la frase, se gira y ve a alguien moviéndose esa persona queda eliminada y debe ir hasta el “oni” para agarrar su mano. El “oni” gana si elimina a todos los participantes (y el primero que pilló pasa a ser “oni”), pero si alguien llega hasta él puede liberar a algunos rompiendo la cadena de gente gritando “kitta!”. Las personas liberadas deben salir corriendo y pararse en cuanto el “oni” grite “tomare!” (止まれ). Entonces el “oni” puede convertir en “oni” a uno de los jugadores aplicando alguna regla. Por ejemplo en algunos lugares el “oni” puede dar 5 pasos y si es capaz de tocar a alguno de los liberados esa persona pierde y pasa a ser “oni” para la siguiente partida.
En esta escena de “El verano de Kikujiro” juegan a este juego. Primero la versión tradicional y luego a una más divertida:
En la televisión también juegan pero son bastante crueles:
Y también hay gatos y perros que les gusta jugar: